Amar a nuestros hijos, no es igual a darles todo lo que nos piden o sobre protegerlos; en ocasiones sentimos la necesidad de expresarles a nuestros hijos cuanto los queremos, pero confundimos el sentimiento y lo convertimos en cosas materiales y les damos más de lo que realmente necesitan.
Claro que es importante que estén cubiertas todas sus necesidades, para que su desarrollo sea óptimo; por ejemplo: la escuela, alimento, casa, vestido, diversiones, pero todo en su debida proporción y correspondiente a su edad.
Nosotros como padres somos los que creamos sus necesidades, en ocasiones cuando sacan una buena nota en el colegio, creemos que lo más indicado es ofrecerles algún premio material, y esto no debe funcionar así, desde un principio que ponemos reglas en casa se debe saber que cada quien tiene obligaciones en casa y fuera de esta como esquema común podemos dar un ejemplo base:
Papá: Trabaja fuera y dentro de casa, provee lo que necesita la familia.
Mamá: Trabaja dentro y en ocasiones fuera de casa, provee y se ocupa por tener la casa en orden.
Hijos: Estudiar y participar en las tareas de casa.
Con esto queda claro para nuestros hijos que el estudiar es la obligación que les corresponde en casa, entonces sabrán que cada buena nota que obtengan no tiene que ser forzosamente recompensada con algo material; claro que es importante reconocerlos y estimularlos por sus logros, pero basta con un reconocimiento verbal y afectivo, o llevar acabo alguna actividad juntos, como llevarlos al cine o algo sencillo.
Debemos tener en cuenta que los niños siempre nos van a pedir cosas y en ocasiones serán cosas fuera de alcance, pero de nosotros depende el dosificar lo que debemos darles y en el momento que corresponda; esto lo debemos manejar dependiendo de su edad y que sea algo que realmente necesiten o hayan trabajado lo suficiente para merecerlo.
Podía dar mil ejemplos un niño de 6 años No necesita un “celular”, un niño de 10m años no necesita una Ipad, todo lo que les demos siempre tiene que corresponder a su edad y sus necesidades reales.
Si nosotros nos empeñamos en que tengan TODO fomentando los excesos, llegará un momento en que tus hijos ya no te pidan cosas, si no que te las van a exigir, y tendrás que cubrir todo lo que supuestamente necesitan y se saldrán de control.
En cambio si les haces ver que lo que les estas dando es lo que corresponde y el motivo de el por qué se los das, los vas a hacer consientes y por lo tanto más felices, ya que sabrán que pueden conseguir todo lo que quieren, a través del esfuerzo que hagan por obtenerlo; con esto disfrutaran y valorarán más lo que les proporcionas.
Hay un dicho que dice: “un poco de hambre y un poco de frio hace a un hijo agradecido”.
Esto no es literal va más allá, no quiere decir que los maltratemos o no cubramos sus necesidades, se trata de que valoren y aprecien lo que tienen; tanto personal como material.
No compres el amor de tus hijos, dedícales tiempo de calidad, la cantidad no importa; si no lo que compartas y disfrutes con ellos, siempre que logren algo o tengan éxito en alguna actividad, hazles saber que estas orgulloso de ellos esto generará un vínculo mayor entre tú y tus hijos.
Excelente semana para todos!
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