miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Y TU QUE HACES, EVADES O ENFRENTAS?

Conforme nos desarrollamos vamos creciendo, adquiriendo responsabilidades y lo más difícil tomando decisiones, las cuales a la vuelta del tiempo tendrán consecuencias positivas o negativas, pero tendremos que aceptarlas como se presenten.
Cuando las consecuencias de nuestros actos son positivas, nos marcan un gran desarrollo y nos hacen crecer en diversos campos como el personal y el profesional, ambos aspectos son importantes en nuestra vida, pero el personal ocupa el lugar más importante ya que es el que nos mueve para seguir tomando decisiones.
En el momento en que comenzamos a enfrentar consecuencias tenemos dos caminos; enfrentar y resolver  o evadir con algún otro pensamiento o acción y no darle la importancia a lo que está sucediendo y quedarnos en nuestra zona de confort, ya que salir de ella implicaría un esfuerzo extra que nos llevaría a aceptar que nos equivocamos en alguna decisión tomada y nos hará conscientes  de que a esa complicación hay que darle solución.
Las formas de evadir son muchas; y desafortunadamente  no nos percatamos de que las usamos inconscientemente para ayudar al consciente a pensar y concluir que todo marcha bien. La más frecuente es el trabajo, nos saturamos de trabajo y cosas que hacer para sentirnos productivos y ocupados, con esto no tendremos tiempo para pensar y reflexionar que no nos gusta y con que la estamos pasando mal en nuestra vida personal, el trabajar en exceso no es más que el reflejo de la evasión de nuestra vida personal.
En otras ocasiones por ejemplo; las personas que no trabajan y tienen hijos, en su mayoría mujeres  se refugian en  sobreprotegerlos  y vuelcan su vida entera en ellos, para no permitirse caer en cuenta que su vida personal no anda bien. Así también el pasar largas horas en un gimnasio o exagerar actividades que no involucran llegar a hacer un balance de lo que queremos y esperamos de nosotros mismos.
ZONA DE CONFORT
Esta  zona es un estado de consciencia en la que estamos cómodos, no nos da problema ni nos causa conflicto en nuestra vida, no permite cuestionarnos, estamos acostumbrados a estar así, obtenemos algunos logros y la vamos llevando más o menos bien; pero no quiere decir que estar dentro de esta zona represente que estamos bien personal y emocionalmente, simplemente no buscamos problemas.
Consecuencias de la ZONA DE CONFORT, al paso del tiempo llega algo que a nadie nos gusta cargar; y esto es la FRUSTRACIÓN.
Considero que es mejor enfrentar que evadir, por supuesto que es más complicado porque se generan problemas a los cuales hay que darle solución, pero a la larga nos van a traer más satisfacciones y una mejor calidad de vida, ya que nos permitirá desarrollarnos a plenitud.
El tiempo que pasemos evadiendo situaciones, es el tiempo en el que no nos vamos a sentir libres y plenos; es mejor enfrentar y resolver que evadir y postergar; para evitar llegar a la frustración.
El compromiso es con nosotros mismos, con nadie más , no dejes pasar el día sin hacer un balance de lo que hiciste en el día, es una forma en la cual tu día a día no te va a permitir evadir absolutamente nada y te dará armas para enfrentar y resolver aquello que no te gusta.
Suerte!

lunes, 21 de noviembre de 2011

DAR SIN EXCESOS, ES FORMAR HIJOS RESPONSABLES.

Amar a nuestros hijos, no es igual a darles todo lo que nos piden o sobre protegerlos; en ocasiones sentimos la necesidad de expresarles a nuestros hijos cuanto los queremos, pero confundimos el sentimiento y lo convertimos en cosas materiales y les damos más de lo que realmente necesitan.
Claro que es importante que estén cubiertas todas sus necesidades, para que su desarrollo sea óptimo; por ejemplo: la escuela, alimento, casa, vestido, diversiones, pero todo en su debida proporción y correspondiente a su edad.
Nosotros como padres  somos los que creamos sus necesidades, en ocasiones cuando sacan una buena nota en el colegio, creemos que lo más indicado es ofrecerles algún premio material, y esto no debe funcionar así, desde un principio que ponemos reglas en casa se debe saber que cada quien tiene obligaciones en casa y fuera de esta como esquema común podemos dar un ejemplo base:
Papá: Trabaja fuera y dentro de casa, provee lo que necesita la familia.
Mamá: Trabaja dentro y en ocasiones fuera de casa, provee y se ocupa por tener la casa en orden.
Hijos: Estudiar y participar en las tareas de casa.
Con esto queda claro para nuestros hijos que el estudiar es la obligación que les corresponde en casa, entonces sabrán que cada buena nota que obtengan no tiene que ser forzosamente recompensada con algo material; claro que es importante reconocerlos y estimularlos por sus logros, pero basta con un reconocimiento verbal y afectivo, o llevar acabo alguna actividad juntos, como llevarlos al cine o algo sencillo.
Debemos tener en cuenta que los niños siempre nos van a pedir cosas y en ocasiones serán cosas fuera de alcance, pero de nosotros depende el dosificar lo que debemos darles y en el momento que corresponda;  esto lo debemos manejar dependiendo de su edad y que sea algo que realmente necesiten o hayan trabajado lo suficiente para merecerlo.
Podía dar mil ejemplos  un niño de 6 años No necesita un “celular”, un niño de 10m años no necesita una Ipad, todo lo que les demos siempre tiene que corresponder a su edad y sus necesidades reales.
Si nosotros nos empeñamos en que tengan TODO fomentando los excesos, llegará un momento en que tus hijos ya no te pidan cosas, si no que te las van a exigir, y tendrás que cubrir todo lo que supuestamente necesitan y se saldrán de control.
En cambio si les haces ver que lo que les estas dando es lo que corresponde y el motivo de el por qué se los das, los vas a hacer consientes y por lo tanto más felices, ya que sabrán que pueden conseguir todo lo que quieren, a través del esfuerzo que hagan por obtenerlo; con esto disfrutaran y valorarán más lo que les proporcionas.
Hay un dicho que dice: “un poco de hambre y un poco de frio hace a un hijo agradecido”.
Esto no es literal va más allá, no quiere decir que los maltratemos o no cubramos sus necesidades, se trata de que valoren y aprecien lo que tienen; tanto personal como material.
No compres el amor de tus hijos, dedícales tiempo de calidad, la cantidad no importa; si no lo que compartas y disfrutes con ellos, siempre que logren algo o tengan éxito en alguna actividad, hazles saber que estas orgulloso de ellos esto generará un vínculo mayor entre tú y tus hijos.
Excelente  semana para todos!

NO LUCHES CON TU ADOLESCENTE, ACOMPAÑALO EN SU PROCESO.

  Quiero abordar este tema, tan importante en la vida de los que somos padres de adolescentes, primero mostrándoles una carta que escribe un...